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#Contabilidad
Un contador tiene que realizar varias operaciones diarias para mantener las cuentas de la empresa en la que trabaja al día y evitar problemas. Sabemos que es una tarea compleja, y por esto te damos algunos consejos prácticos para mejorar el rendimiento profesional en la gestión de la contabilidad de una empresa:
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la automatización ha llegado a la mayoría de las empresas y que hoy la informática ya no es una ventaja competitiva, sino una necesidad. Además, es importante monitorizar tus hábitos profesionales para ver si estás fallando en ese aspecto y si existen determinadas actitudes profesionales que permiten rendir mejor.
La figura del contador que trabajaba con un libro a mano es historia, existen distintas herramientas de software de contabilidad que se adaptan a las diferencias de cada negocio o que integran varias funcionalidades. En los últimos años, se han extendido las soluciones multitarea que engloban los balances contables, la facturación y las entradas de mercancías.
El aumento de la productividad se puede conseguir con una planificación racional de las tareas, centrando determinadas acciones en un momento de la jornada laboral y evitando así la dispersión. Aunque es más complejo conseguir este objetivo porque el ser humano tiende a la expansión, una vez que se tome el hábito se notará la diferencia, ya que en menos tiempo se realizarán más actividades.
Aunque un contador profesional ya tiene una titulación, los cambios de legislación obligan a reciclar conocimientos y, como principio general, es conveniente actualizarlos cada año para no cometer errores fácilmente evitables. Además, tener conocimientos multidisciplinares facilitará las tareas y, en determinados casos, es imprescindible.
En muchos casos, la falta de una comunicación fluida con los demás departamentos de la empresa genera problemas contables que se podrían evitar fácilmente. Como principio general, ante cualquier duda que se pueda solucionar llamando al responsable del otro departamento, hay que optar por la comunicación. Solo cuando esta no sea posible se toman decisiones unilaterales.
Si no hay causa de fuerza mayor, la contabilidad es una tarea que no se debería posponer. Por ejemplo, un asiento hay que realizarlo cuando se tenga la documentación de las operaciones, no atrasarlo sin motivo. Además, como hay cuellos de botella generados por las obligaciones fiscales, como son las liquidaciones de los impuestos, no tener la contabilidad al día puede ser una fuente de problemas a medio plazo porque nos exponemos a recibir sanciones.
En suma, la introducción de herramientas de software de gestión que faciliten las tareas diarias es importante para la empresa en general, pero también para el contador como profesional especializado. Como la formación profesional ya contempla el aprendizaje de programas informáticos, incluir ese aspecto en el día a día de la compañía junto con la adopción de determinados hábitos de trabajo es importante para conseguir más con menos esfuerzo.
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